Una de las mayores ventajas que ofrece la fotografía digital es la capacidad de adaptar la cámara a la iluminación variable. En días analógicos, si cambiara el balance de color de la luz ambiental, el tipo de película tendría que cambiarse para compensar, desperdiciando los fotogramas restantes. En la mayoría de los casos, se puede elegir un ajuste preestablecido de balance de blancos en el menú de la cámara, que ajustará rápidamente el sesgo de color para evitar proyecciones fuertes.
Sin embargo, estos ajustes preestablecidos están diseñados para adaptarse a la iluminación promedio, en condiciones habituales y pueden carecer de precisión absoluta. Por lo tanto, para producir el archivo más listo para imprimir posible, se puede crear un balance de blancos personalizado para el entorno de disparo actual. Esto es especialmente útil cuando se dispara en formato Jpeg.webp, cuando se requiere una gran capacidad de búfer, por ejemplo, ya que el color no se puede alterar de forma no destructiva, a diferencia de cuando se trabaja con archivos RAW.
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Utilizando un objetivo de balance de blancos estándar, que suele ser blanco o un 18% de gris, la cámara puede calcular una temperatura de color que represente mejor los tonos presentes en la escena, adaptando la reproducción a la iluminación que sale en tiempo real. Esto mejora la fidelidad del color, lo que puede marcar una gran diferencia al intentar renderizar tonos naturales en ambientes exteriores, interiores o de estudio por igual.
Antes y después del ajuste de color
Paso 1: utilice un preajuste de balance de blancos
Siempre es útil intentar implementar un balance de blancos (WB) preestablecido en primera instancia, especialmente en entornos nuevos, para ver si alguno es apropiado sin personalización. Esto puede ser posible con una iluminación simple.
Paso 2: dispara a un objetivo de referencia
En iluminación mixta o de estudio, donde el sesgo de color es obvio, sostenga un objetivo WB para que llene el encuadre y tome una imagen usando cualquier ajuste preestablecido. Evite que la luz fuerte caiga sobre el objetivo para evitar la sobreexposición.
Paso 3: selecciona una imagen
Dependiendo del modelo de su cámara, ingrese al menú, navegue hasta las opciones de WB y elija una imagen que contenga el objetivo del cual la cámara puede derivar un balance de color de referencia. Elija la imagen que mejor represente la intensidad de la luz.
Paso 4: elija un ajuste preestablecido personalizado
Una vez que haya definido y guardado su WB personalizado, use el dial de comando para seleccionar ese nombre preestablecido de las opciones de WB. Asegúrese de elegir el ajuste preestablecido que acaba de crear para garantizar la precisión del color.
Paso 5: tome una imagen de prueba
Con el nuevo ajuste preestablecido elegido, haga una foto de prueba para ver si está satisfecho con el balance de color sugerido. Si hay un sesgo obvio, intente volver a disparar al objetivo, asegurándose de que llene el marco y esté iluminado de manera uniforme.
Paso 6: afinar el tono
Para pequeños cambios de color, para mejorar el resultado general, personalice aún más el balance de color usando la pantalla de ajuste fino, si su modelo de cámara tiene esta funcionalidad. Haz pequeños ajustes y dispara otra prueba.
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