Hay un dicho que dice que si miras a través del visor de tu cámara y ya has visto la foto, no debes tomarla. ¡Ya está hecho! Es un sentimiento con el que estoy de acuerdo hasta cierto punto. Sin embargo, existe el peligro de que nunca tome otra imagen.
Quizás al tomar la foto que se ha "hecho antes", pueda hacer fluir la creatividad. Quizás pueda actuar como catalizador para desarrollar una idea y llevarla a un nuevo territorio. ¿Quién sabe? Hacer la foto tiene que ser mejor que colgar la cámara.
Recientemente me encontré en el mar, durante mucho tiempo. Estaba hipnotizado por las cambiantes condiciones de luz, el color del mar y la textura de la superficie del agua. Sin embargo, cada vez que miraba por el visor, lo único que podía ver eran imágenes que me recordaban el trabajo de algunos de los fotógrafos que más admiro, como Hiroshi Sugimoto, Shomei Tomatsu y Garry Fabian Miller. Han fotografiado el mar de la misma manera, con un horizonte completamente recto en el centro exacto del encuadre. Tal vez sea un instinto creativo natural, uno al que no pude resistir, incluso si lo hubiera visto antes, así que comencé a tomar y coleccionar paisajes marinos.
Usé la misma distancia focal para cada imagen y descubrí que las imágenes individuales funcionaban bien como una cuadrícula, llamando la atención sobre la diversidad de las condiciones. Puede que no haya agregado nada al canon de imágenes oceánicas, pero he disfrutado el proceso y los resultados. Tengo muchos días más en el mar programados, por lo que quizás este sea el trampolín creativo que necesito para seguir evolucionando el proyecto. cama y desayuno
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